El proposito de la creación
del Hombre
Introducción:
Hemos sido llamados a un compromiso eterno con Dios. Dios es Espíritu
y los que le adoran deben hacerlo en espíritu y verdad. (Jn 4:23).
Solamente el Espíritu Santo puede habilitar a una persona a adorar a
Dios aceptablemente.
El hombre fue creado para adorar a Dios
El hombre fué creado, y después de la caída redimido para que fuese un
adorador del Dios Altísimo.
- Dios dijo al hombre: "Por encima de todas las criaturas que he hecho,
tú me puedes adorar como nadie más puede hacerlo".
- La caída del hombre constituye una Alta Traición y el hombre arroja
al lodo el arpa que Dios le había dado.
- Esta fué la razón por la cual vino Jesucristo: Para transformar rebeldes
en adoradores. Ef 1:5-6, Ap 1:6, 1P 2:5, Ex 19:6.
La adoración es la ocupación de los seres
morales
- La Adoración es un imperativo moral.
- La Adoración es parte de nuestra naturaleza.
- Sino adoramos a Dios, adoraremos otra cosa Rom 1:18-28.
Definiciones
- Acción de Gracias
- Nuestra respuesta a las obras de Dios en nuestras vidas. Expresión
de Gratitud.
Alabanza
- Nuestra respuesta al carácter de Dios y a sus atributo. Demuestran
nuestra admiración.
Adoración
- Nuestra respuesta a la Presencia de Dios. Reconocimiento de quien
es El. La Adoración debe ser experimentada. No puede ser aprendida en
un salón de clases. Es la combinación de expresión y actitud.
- Adorar es "sentir en el corazón".
- Adorar es "expresar en forma apropiada" lo que sientes.
¿Qué vas a expresar?.
"Un sentir humillante, pero deleitoso de reverencia y admiración de asombro
y maravilla".
El adorar a Dios es deleite pero también es algo humillante.
Factores presentes en la adoración
- Confianza Ilimitada:
No puedes adorar a alguien en quien no confías.
- Admiración:
Apreciar la excelencia de Dios.
- Fascinación:
Llenarse de entusiasmo y emoción. Ser cautivado con la idea de que Dios;
maravillado con asombro ante la inconcebible magnitud y esplendor del
Dios Altísimo.
- Adoración:
Amar a Dios con todas nuestras fuerzas.
Amar a Dios con un deseo intenso, con reverencia.
En ocasiones esto nos llevará a un silencio en su presencia.
Conclusion
Nuestra adoración depende directamente del concepto que tengamos de
Dios. La gente que tiene un bajo concepto de Dios nunca podrá adorarlo.
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