El Padre es Santo, El Hijo es Santo,
y en el Espíritu Santo…¡Hay Poder!

La obra del Espíritu Santo

Es en el Nuevo Testamento donde se le da mayor énfasis al ministerio del Espíritu Santo, pero la tercera persona también obraba en el Antiguo Testamento. En aquel tiempo se manifestaba con y a favor de pueblo de Israel, pero no moraba dentro de ellos; por esta razón nos encontramos con un pueblo rebelde y contradictor. Sin embargo en ocasiones descendía sobre personas específicas como en el caso de los profetas y algunos reyes. Mas Dios no quiere que esto sea para algunos pocos sino para todo creyente (Joel 2:28-29). La acción primordial del Espíritu Santo tiene que ver con la animación y el sostenimiento de la vida, no solo humana, sino de toda la creación. Así como al comienzo el soplo (aliento, Espíritu) (Génesis 2:7) del Creador transformó el ser de barro en un ser viviente, ahora el Jesús resucitado sopla sobre sus discípulos el Espíritu Santo, transformándolos en nuevas criaturas, nacidas del Espíritu (Cf. Juan 3)

El Espíritu es la presencia activa de Dios en la vida y acción del cristiano. Es por esto que en el Nuevo Testamento vemos que el E Santo, proveniente del Padre y enviado por Jesús, comienza a realizar en el cristiano la siguientes funciones básicas desde el momento mismo de la conversión:

1. Sella al creyente (Efesios 1:13) - nos identifica como propiedad de Dios
2. Regenera el creyente (Juan 3:5-8) - nos hace nacer de nuevo. Nos da una vida nueva (II Corintios 5:17)
3. Da testimonio de que somos salvos (Romanos 8:15-17) - nos da seguridad que somos hijos de Dios, por tanto somos sus herederos si estamos en el. Sentimos a través del Espíritu de Dios la paz de Dios en nuestras vidas.
4. Nos guía y nos enseña a toda verdad (Juan 16:12-13) - Jesús es la verdad, por tanto nos guía a conocer a Jesús enteramente. A que el carácter de Cristo sea afirmado en el creyente, o sea nos enseña a ser como Jesús.
5. Auxilia al creyente en la oración (Romanos 8:26-27, Efesios 6:18) - el Espíritu Santo nos ayuda a orar efectivamente.
6. Nos santifica (Juan 17:17, I Corintios 6:11) - la santificación es la obra del Espíritu Santo en nosotros para separarnos del mal, hacernos conformes a la imagen de Cristo y aceptos a Dios. Ya no vivimos más bajo el dominio de la carne sino bajo la disciplina del Espíritu.
7. Consuela al creyente (Juan 14:16,26) - el Espíritu Santo nos fortalece en nuestros momentos de debilidad y tristeza; nos da animo y nos estimula.
8. Redarguye al creyente (Juan 16:8) - convence de pecado.

Fruto del Espíritu Santo

En Gálatas 5:22-23 se menciona cual es el fruto del espíritu. El discipulador debe de compartir sus experiencias en relación a su crecimiento espiritual en relación al fruto del Espíritu Santo. El fruto es el siguiente:

El fruto es lo que produce el Espíritu Santo en nosotros como consecuencia de su obrar en nuestra vidas en la medida que permitamos que esto suceda. Notemos que la palabra fruto esta en singular ya que ningún árbol produce una infinidad de frutos diferentes. Sino que todos son iguales en esencia. Es importante reconocer que este fruto no se desarrolla de la noche a la mañana, sino que es a través de un proceso donde permitamos al Espíritu Santo manifestarse en nuestras vidas.

Estudio I:

Nuestra Historia

1. Nuestra Historia
2. Reglas Prácticas de los Jóvenes Cristianos del Parque
3. Normas de Fe
   
   

Estudio II:

La decisión de servir a Dios

1. La decisión de servir a Dios
2. Perseverando en el servir
   
   

Estudio III:

B. O. O. A.

1. La Biblia
2. La Oración
3. El Ayuno del Señor
4. Obediencia
   
   

Estudio IV:

El Padre es Santo, El Hijo es Santo, y en el Espíritu Santo…¡Hay Poder!

1. La Trinidad
2. La obra del Espíritu Santo
3. Fruto del Espíritu Santo
4. Bautismo del Espíritu Santo
5. Dones del Espíritu Santo
   
   

Estudio V:

Integración a la Iglesia

1. La importancia de la iglesia
2. Buscando una iglesia donde se predique la verdad
3. Deberes dentro de la iglesia
   
   

Estudio VI:

Consagración y Compromiso

1. Compromiso
2. Consagración
   
   

Estudio VII:

Viviendo como Jesús

1. El ambiente y las personas que nos rodean
2. Perseverando en el servicio